Mi decálogo para dar clases en espacios independientes:
Recién vi pasar un posteo con frases interesantes, de esos que te hacen pensar y, lo más importante, te hacen sentir que no estas perdiendo el tiempo en Instagram, te estas cultivando.
Esta realmente me gustó.
“Nunca te criticará alguien que está haciendo más que tú. Sólo te critican personas que están haciendo menos”
Al pasar creo haber leído que se la atribuyen a Steve Jobs, pero no la encontré como para reconfirmar, en fín, no es el punto.
Hace tiempo vengo detectando en mí, cómo logro ser más humana, más amorosa, más compasiva con la gente que está haciendo su camino en el rubro. Se me abren múltiples ideas cada vez que veo algún posteo que me resuena. A veces por que me hace acordar a algo que ya hice, a veces es algo que intenté y fracasé. A veces porque recuerdo haber estado en ese error y me hace reflexionar sobre mi camino, sobre mi avance.
Me resultaría imposible criticar porque me acuerdo de cada aprendizaje, en todo caso, me alegra ver cómo otras personas transitan su recorrido, me da alegría ver cómo van creciendo. Me gusta saber que me rodea gente que crece, que hace, que no se conforma.
Si alguien me pidiera concejo para dar clases, les compartíría estas ideas de mi decálogo.
- Hay profes que quieren demostrar cuánto saben. Hay profes que quieren que el alumno aprenda. Hay profes que quieren que el alumno aprenda y lo supere, de manera tal que al final el profe pueda aprender algo del alumno.
Hay que esforzarse por formar parte del 3er grupo.
- Hay profes que tienen un saber estanco y sufren y temen que otros les quiten su saber. Hay profes en continuo aprendizaje y crecimiento que necesitan liberarse de su saber para hacer lugar a saberes nuevos, nada mejor que encontrar alumnos para abrazar esos contenidos y dejarlos en buenas manos.Hay que esforzarse por formar parte del segundo grupo.
- Hay profes que se fastidian cuando el alumno no sabe algo que ya se explicó. Hay profes que saben que el aprendizaje no es automático, que las personas no siempre están preparadas para escuchar y entender y pueden repetir hasta el infinito, estando tranquilas y seguras de que, si el alumno pregunta, es porque al fin tiene la base necesaria para escuchar, entender y aprehender.
Hay que esforzarse por formar parte del segundo grupo.
- Hay alumnos que no saben equivocarse y justifican cada error. Hay profes que no saben desactivar ese mecanismo de defensa que traen los alumnos y eligen señalarlo. Hay profes que pueden acompañar amorosamente ilustrando lo maravilloso que es equivocarse, si hiciéramos todo bien significaría que no estamos aprendiendo nada.
Hay que esforzarse por ilustrar muy bien la maravilla del error.
- Hay profes que no aprendieron a decir “no sé” y se sienten mal si no logran responder una pregunta en clase. Hay profes que aprendieron de sus alumnos, saben decir “no sé” y además logran ser buenos compañeras invitando a sus alumnos a investigar juntos el tema.
Hay que aprender a ser del segundo grupo.
- Hay profes que creen que para ser profe ya tenes que saber todo, y se quedan en ese personaje tan fuerte, que dejan de aprender. Hay profes que entienden que para ser profe hay que asumirse en la más absoluta ignorancia para nunca perder el ánimo de conocer un libro más, un autor más, un libro más y van sumando valor a pasos agigantados.
Hay que ser de los profes que no saben nada.
Hace un par de años coqueteo con anotarme en una maestría en educación. 2024 vuelve a ser un año en el que no la voy a hacer. Siento que la carga horaria es alta, mis hijos aún chicos. Sé que es algo para hacer más adelante. Sé que cuando lo haga podré completar mi decálogo, los 4 puntos que me faltan, ese 40% que aún no sé.
Me da mucha pena que el blog no permita sumar comentarios de quienes leen. Confío en que alguna actualización de la plataforma pronto los incluirá. Mientras tanto, me va a encantar leer sus comentarios que pueden dejarme en Instagram.
